La mayoría de los juegos de apuestas, a diferencia de las máquinas tragamonedas, tienen reglas. Las máquinas están reguladas por un aleatorizador, un microprocesador con un generador de números aleatorios programado. Debido a tal dispositivo, es extremadamente difícil determinar incluso el porcentaje aproximado y la cantidad de ganancias sin tener los datos técnicos de la tragamonedas.
Una tragamonedas es un carrete (real, dibujado o virtual) que, al girar, produce varias combinaciones de patrones o símbolos. En algunos casos, debido a ciertos errores numéricos en el cálculo de la probabilidad, los porcentajes de recuperación pueden ser extremadamente bajos. En este sentido, los casinos protegen la información relacionada con la probabilidad de ganar de todas las formas posibles.
Un día, el talentoso matemático Michael Shackleford contactó a varios fabricantes de máquinas tragamonedas y les pidió instrucciones para ellas. La información recibida arrojaba datos completamente contradictorios. Las instrucciones no indicaron a qué máquinas corresponde y en qué casino se encuentran las máquinas tragamonedas descritas. Por lo tanto, se volvió inútil para los jugadores comunes.
Después de mucho tiempo, Shackleford finalmente logró determinar el porcentaje ganador de las máquinas tragamonedas. Para ello, visitó muchos establecimientos de juego y trató de encontrar un patrón de acciones, utilizando las instrucciones de la máquina de juego (multilineal). Sin embargo, su estudio solo aplicó a las máquinas de 5 centavos; Shackleford no investigó otros tipos de tragamonedas. El mismo matemático demostró que la ubicación de la máquina en la sala de juego no afecta la posibilidad de ganar, que todos esos rumores son mitos y prejuicios.
Vale la pena agregar que el rumor sobre las máquinas retorcidas es solo un mito. Los dueños de restaurantes no tienen ni la capacidad ni los medios para reprogramar microchips. Además, las autoridades de control comprueban periódicamente la presencia de un sello en los microchips para cerrar la máquina expendedora en caso de que falten.